Esta exposición pretende musealizar la vida de Don Diego Hurtado de Mendoza a través de imágenes vinculadas a su figura.
Las tres profesoras que han investigado la vida de Diego Hurtado de Mendoza y han redactado los textos que acompañan la exposición han sido Beatriz Pérez Ruiz (español), Jéssica Fernández Valverde (inglés) y Pascale Caluraud Choserot (francés).
ESPAÑOL
ENGLISH
FRANÇAIS
DIEGO HURTADO DE MENDOZA – EXPOSICIÓN FOTOGRÁFICA
– PDF –
(Beatriz Pérez)
En la actualidad, desconocemos los motivos exactos por los que nuestro centro educativo recibió el nombre de CPIFP Hurtado de Mendoza. Sí que sabemos que fue capricho de un antiguo profesor de francés de esta escuela de hostelería y turismo, pero no existe a priori un vínculo entre el personaje y los oficios que aquí se enseñan.
A lo largo del curso 2022/2023 nos planteamos como reto patrimonial indagar en la figura del tal Diego y en la época que le tocó vivir, e intentar buscar esa conexión con el nombre de nuestra escuela.
Quizás, tras esta exposición donde pretendemos musealizar su vida, a través de imágenes vinculadas a su figura, tu mismo/a encuentres el sentido que una vez le vio el viejo profesor de francés y los motivos que le llevaron a lanzar la propuesta sobre su nombre.
Sirva esta exposición fotográfica para conectarte con Don Diego Hurtado de Mendoza. El trabajo fotográfico y documental que aquí se expone se interpretará a modo de visita guiada por nuestro alumnado de guías, pero siempre quedará esta referencia escrita, por si no tuvieses la suerte de que nuestros alumnado de guías te acompañe en la aventura del saber sobre este personaje y la Granada del siglo XVI.
Las fotografías se encuentran numeradas y en este texto hay referencias a algunas de ellas.
FOTO 1 (RETRATO), FOTO 2 (ARBOL GENEALÓGICO)
Es Diego Hurtado de Mendoza una de las figuras más interesantes del Renacimiento español. Renacentista en su vida, como lo fue en su obra, su nombre ha quedado hoy sin embargo en un segundo plano. Los escasos trazos que nos han llegado de él lo describen como un joven orgulloso, indisciplinado, sensual y mujeriego. Junto a ello, estudioso, independiente, ingenioso, de talento, humanista… En definitiva, el renacentista perfecto.
Posiblemente el carácter tan dispar que tenía, le hizo chocar con su padre, convirtiéndole en cierta medida en la oveja negra de la familia. Una familia – la de los Mendoza – cuyo nombre ocupa un lugar por derecho propio en la historia de aquellos siglos que son ya pasado lejano. Oriundos de Vizcaya, la marcha de la Reconquista les impulsa hacia las tierras del sur.
A Iñigo López de Mendoza y Quiñones, conde de Tendilla y marqués de Mondejar lo encontramos ya al servicio de los Reyes Católicos en la guerra de Granada (DETALLE DE SU MANO EN FOTO 3). Es el padre de Diego Hurtado de Mendoza que, de esta manera, se inicia a la vida en el entorno de aquella ciudad recién reconquistada. Porque Diego nace en torno a 1500, cuando su padre ha sido designado ya por los monarcas capital general del reino y alcalde perpetuo de la Alhambra en el palacio de Yusuf III.
Su madre se llamó Francisca Pacheco y Portocarrero, y él fue el segundo de los ocho hijos del matrimonio. En la colina roja transcurre su infancia. Sabemos con certeza su rebeldía ante la decisión paterna de dedicar su vida a la iglesia, su vocación era humanista.
Uno de sus maestros fue Pedro Martir de Anglería, al que conociera su padre en Italia y de quién quedó prendado de su conocimiento. Decidió entonces llevarlo a Granada para instruir a sus hijos e hijas.
Los Hurtado de Mendoza habían servido a los Reyes Católicos y sus descendientes. Su padre fue nombrado alcalde perpetuo de la Alhambra en el Palacio de Yusuf III. (RESTOS RESIDENCIA MENDOZA FOTO 4). En el Pilar de Carlos V aparece el escudo nobiliario de la familia de los Mendoza. (FOTO 6)
Uno de los hermanos de Diego marchó a las Indias para servirle como virrey en Perú (Antonio). Otro era capitán de las galeras de Carlos V (Fernandino), y él había recorrido media Europa en las embajadas y distintas funciones que el emperador le había encomendado. Luis (el mayor y el que sustituyó a su padre) capitán general en Granada y
Francisco, obispo en Jaén.
Tuvo dos hermanas, Isabel y María, que dejaron una prole numerosa. Diego Hurtado de Mendoza cumplió durante un tiempo su papel de noble y cortesano. Cursó sus estudios de Derecho civil y canónigo en Salamanca y en Italia. Habla latín, hebrero y árabe y está soltero. En 1536 el Emperador Carlos V le envía a Inglaterra y le confía la importante misión de averiguar cuales son las intenciones matrimoniales de Enrique VIII, los intereses por esta boda son importantes debido a la rivalidad siempre latente entre Francia y España. Es el hombre de confianza del emperador.
Dos años más tarde, concluida su misión, pasa a Italia nuevamente, esta vez como enviado oficial. Venecia, Roma y Siena son lugares que reclaman sus servicios diplomáticos. Son los años en los que la figura del emperador se agranda en dimensión casi universal. La colaboración con Carlos V morirá en las tensiones de una Italia en la que la convocatoria del Concilio de Trento contrapone posturas e intereses. En estos tiempos los Países Bajos andan revueltos, la herejía tiende a abrirse camino y el papado no se fía de Carlos V. Se critican los ritos y también a los servidores de Cristo por tener conductas impropias de hombres de Dios.
Para complicar más la situación Solimán (el turco) quiere extender su imperio por el norte de Europa y las ciudades del Mediterráneo en el norte de África. Carlos V quiere conseguir la unificación interior para hacer frente al enemigo exterior buscando la unidad religiosa. Hay que desterrar esos ritos que se apartan del buen camino de Cristo y desenmascarar a los malos ministros que deshonran la iglesia.
Sus difíciles relaciones con los papas le arrastran a la caída definitiva. Será el fin de su misión en Italia, pero también el fin de su carrera política. Para él ahora sólo queda el camino hacia España.
Cuando Don Diego Hurtado de Mendoza retorna a Granada, tras desempeñar sus cargos como diplomático en Europa, su paso por la ciudad está rodeado de malos augurios. Su estancia viene a coincidir con un nuevo chispazo del problema morisco arrastrado durante años. Ya no es Carlos el tolerante monarca, sino Felipe el intransigente. Si antaño se pudo llegar a un acuerdo con la Corona, ahora las leyes se cumplen. Y estas leyes son consideradas por la población morisca como una vejación y como carga insostenible.
La guerra estalla y desde la ciudad sacude campos y villas, sobre todo en la Alpujarra, convertida en foco de resistencia. En su destierro, Diego Hurtado de Mendoza es testigo de excepción de los acontecimientos, plasmados en una obra clásica: La Guerra de Granada. (FOTO 16)
En este libro siente la responsabilidad de decir lo que ha visto y que da cuenta de la importancia humana e histórica de los acontecimientos; cuyo propósito es más el ensayo que la historia en sí, que por otra parte, está vinculado a los sucesos porque su familia es la responsable de lo que está sucediendo, y entiende que debe deslindar cargos, deberes y conducta. La participación en la guerra de las Alpujarras tanto de IV como del V conde
de Tendilla, protagonizó enfrentamientos con don Juan de Austria y con don Pedro de Deza – presidente de la Audiencia -, así que la familia Mendoza inicialmente perderá sus títulos, pudiendo recuperar el de alcaide de la Alhambra pero nunca más el de capitán general del reino, que solo mantendrá con carácter honorífico. Es el legado más definitivo que Diego Hurtado de Mendoza deja a la posteridad.
Otro de los libros cuya autoría se le atribuye es El Lazarillo de Tormes. Don Diego Hurtado de Mendoza fue desterrado a Granada por una discusión en la corte cuando Carlos V se encontraba en su lecho de muerte. Hurtado de Mendoza dejó en su testamento, como heredero universal a Felipe II. Su biblioteca fue depositada en El Escorial.
Poco después, la muerte le sorprende en Madrid, donde fue trasladado por requerimiento real. Su cuerpo descansa en la Concepción Jerónima, con el recuerdo de un hombre que fue escritor y diplomático, humanista y poeta. Diego pasará a la historia como un reconocido literato, interlocutor de Boscán, Garcilaso y Santa Teresa de Jesús. Renacentista en su vida, como en su obra.
El ajuar de las casas renacentistas
Una referencia al ajuar de las casas ya que nos encontramos en una escuela de hostelería y nos parece interesante y curiosa esta apreciación- Los ejemplos conservados de la vajilla, son reflejo de la situación social de sus dueños. Los ejemplos conservados de vajilla muestran claramente los dos niveles sociales de los habitantes. Se conservan piezas que continúan la tradición de la cerámica nazarí pero muy evolucionada y sencilla, lo que será el inicio de la fajalauza actual. De este tipo de vajilla hay jarras, jarros, bacines…
En el entorno de la vivienda del conde de Tendilla convivirá la tradición hispanomusulmana junto con el gusto del momento. Se conservan los escudos del conde que debió de tener en la proximidad a su casa y de igual forma esculturas a imitación de la moda clásica propias del Renacimiento.
Entre las olambrillas, piezas constantemente usadas en las solerías de los palacios, con temas decorados y hechas con la técnica cerámica de cuerda seca o pintadas, representan una riqueza enorme de motivos de todo tipo y procedencias, muchas nos muestran decoración con figuras humanas: hombres y mujeres vestidos con trajes y tocados de época, donde se observan las diferentes soluciones de moda en el vestir y adornos, peinados o joyería.
Hay que viajar a la historia para imaginarse siendo un noble que trabaja para a corte y vive en la Alhambra con su familia, convertido en el alcaide de la fortaleza. Ese fue el ambiente de Diego, hijo del conde de Tendilla. En estos momentos, los habitantes censados en la Alhambra son, en su mayoría, artesanos dedicados a las reparaciones en los palacios y fabricación de viviendas nuevas. A finales del siglo XV la población en la Alhambra es de 150 a 200 hogares, según Hernando de Zafra.
Cuando Jerónimo Munzer visita la Alhambra, este dice que “son muchos los moros que ahora construyen casas y muchos también los que trabajan en las obras de reparación de la Alhambra o de obras reales. Por otro lado, el mismo viajero cuenta que “hay en la Alhambra bastantes tiendas de vituallas”, lo que demuestra la vida existente dentro del recinto.
Podemos imaginarnos como Don Diego Hurtado de Mendoza reside en una ciudad activa con una población de habitantes fijos o transeúntes, como jornaleros que viven en Madinat Garnata trabajando para las reformas, restauraciones y acondicionamientos de los palacios. Hay constancia de artesanos con talleres de tejidos, cerámicas, curtidores…, también están los monjes franciscanos del monasterio de San Francisco (actual Parador de Turismo), y personal al servicio del conde, todos ellos, cristianos venidos de fuera de Granada en la Reconquista. El gran número de artesanos moriscos que se sabe trabajaban en la Alhambra tienen prohibido dormir dentro del recinto y tienen que bajar a Granada.
En todas las áreas de la Alhambra desde el mismo momento del cambio de sus habitantes hay testimonios de las reformas, restauraciones, ampliaciones, que iban siendo necesarias. La gran mayoría se realizan con un gran respeto a estos espacios que son muy admirados desde siempre por los soberanos castellanos y ahora, habitados por ellos. Los descendientes nazaríes, los moriscos, seguirán trabajando fundamentalmente en las restauraciones de los palacios y en el abastecimiento de materiales para estas obras.
Al seguir estando la Alhambra habitada de forma continuada, se hace necesario el mantenimiento de las instalaciones del sistema hidráulico por los maestros acequieros y cañeros, por lo que no pueden prescindir de los maestros nazaríes, los mejores conocedores de este trabajo. Se conocen los nombres de estos maestros moriscos hasta la revuelta de 1499, en la que tras ella, la conversión generalizada les hace aparecer con nombres de
origen castellano.
La convivencia de Diego Hurtado de Mendoza con los moriscos, en los primeros años de su vida, da cuenta de la simpatía y el cariño que demuestra hacia ellos, no solo él, también su madre y sus hermanos, y es por ello que cuando escribe la crónica sobre las Alpujarras, no quiere publicarla en vida, habida cuenta de las críticas a los nobles de su época y conocedor del genocidio que se iba a llevar a cabo y que las reflexiones y testimonios reflejados en este libro no gustarían nada a la monarquía ni a su entorno más próximo. (FOTO 13 MORISCOS VERSUS CRISTIANOS)
Su hermana, María Pacheco (FOTO 12)
Nos gustaría resaltar y homenajear también la figura de María Pacheco, hermana de Diego Hurtado de Mendoza. Ella fue la oveja negra de la familia, su padre la casó con Juan de Padilla, que fue comunero, y asumió también ella, tras la muerte de su marido, la dirección del ejército contra Carlos V, lo que supuso su exilio a Portugal.
Nunca fue perdonada por el rey, ni por su hijo, siendo enterrada en la catedral de Oporto para cuya tumba su hermano Diego redactaría el conocido epitafio.
SI PREGUNTAS MI NOMBRE, FUE MARIA
SI MI TIERRA, GRANADA
MI APELLIDO, DE PACHECO Y MENDOZA, CONOCIDO
EL UNO Y EL OTRO MAS QUE EL CLARO DIA
SI MI VIDA, SEGUIR A MI MARIDO
MI MUERTE EN LA OPINIÓN QUE ÉL SOSTENÍA
ESPAÑA TE DIRÁ MI CUALIDAD
QUE NUNCA NIEGA ESPAÑA LA VERDAD
Para saber más sobre la biografía de esta granadina:
Plataforma de Vico – FOTO 9
La Plataforma de Vico, también denominada Plataforma de Granada, fue trazada y dibujada por Ambrosio de Vico en la última década del siglo XVI. Se trata de la primera representación gráfica detallada que conocemos de nuestra ciudad y ha llegado hasta nosotros gracias al grabado que en 1613 hizo Francisco Heylan en dos planchas de cobre conservadas en la Abadía del Sacromonte. Su valor estético es aún hoy digno de admiración y se ha convertido en uno de los iconos de la ciudad.
Bibliografía consultada:
- Viñes Millet, C. “Figuras Granadinas”. Ed. El legado andalusí.
- Los Tendilla. Señores de la Alhambra. Ed. Patronato de la Alhambra y Generalife.
- Ballesta, C.”Diego Hurtado de Mendoza. El hombre del emperador”. Ed.Almed.
- “El Albaycin de Granada. Estudio histórico y perspectiva actual”. Gabinete Pedagógico de Bellas Artes y Centro de Profesorado. Granada.
DIEGO HURTADO DE MENDOZA – PHOTOGRAPHIC EXHIBITION
– PDF –
(Jéssica Fernández)
This is Diego Hurtado de Mendoza one of the most interesting figures of the Spanish Renaissance. He was a Renaissance man, visible in his life and work. However, his name remains today in the background. The few traces that have come down to us describes Diego as a proud, undisciplined, sensual and a womanizer young man. He was also a studious, independent, witty, talented, humanist man. In short, he was the perfect Renaissance man.
Nowadays, we do not know the exact reasons why our school was named CPIFP Hurtado de Mendoza. The only thing we know is that it was the desire of a former French teacher at this hospitality and tourism school to name it after Hurtado de Mendoza. However, we do not know the connection between Diego and the professions taught here.
Throughout the 2022/2023 school year, we plan to investigate the figure of Diego and the period in which he lived trying to find out that connection. Perhaps, after this exhibition where we intend to musealize his life through different images, you will find the reasons why the old French teacher decided to name the school after him.
We want to connect you with Diego Hurtado de Mendoza through this photographic exhibition. The photographic and documentary work on display will be interpreted as a guided tour by our student guides. In case you are not lucky enough to be accompanied by our students in this adventure of knowing, you will always have at your disposal this written reference.
It is possible that the bad temper he had, made him clash with his father, becoming to some extent the black sheep of his family. A family, that of the Mendoza’s whose name occupies a place in its own right in the history of those centuries that are now in the distant past.
The family was originally from Biscay but the march of the Reconquest led them to the south. At that time, we found Íñigo López de Mendoza y Quiñones, Count of Tendilla and Marquis of Mondejar, at the service of the Catholic Kings in the war of Granada. He was the father of Diego Hurtado de Mendoza who started a new life in the newly reconquered city.
Diego was born around 1500, when his father had already been designated by the Kings as the captain-general of the kingdom and perpetual mayor of the Alhambra in the palace of Yusuf III. His mother name was Francisca Pacheco y Portocarrero, and he was the second child of the eight the marriage had.
He spent his childhood in the Alhambra, known as well as the Red Hill. We know with certainty that he rebelled against his father’s will of devoting his life to the church; his vocation was humanist. One of his teachers was Pedro Mártir de Anglería, whom his father had met in Italy and he was fascinated by his knowledge. He decided to take him to Granada to teach his sons and daughters.
The Hurtado de Mendoza’s family had served the Catholic Kings. His father was named perpetual mayor of the Alhambra in the Palace of Yusuf III. One of Diego’s brothers, Antonio, went to the Indies to serve as viceroy in Peru. Another of his brothers, Fernandino, was captain of Charles V’s galleys and he had traveled around Europe due to the various missions the emperor had entrusted him. Luis was the eldest brother and the one who replaced his father as captain-general of Granada, and Francisco was bishop in Jaén. He had two sisters, Isabel and María, who had a large offspring.
Diego Hurtado de Mendoza carried out his role as a nobleman and courtier for a time. He studied Civil and Canon Law in Salamanca and Italy. He spoke Latin, Hebrew and Arabic and he was single. In 1536 the Emperor Charles V sent him to England and entrusted him with the important mission of finding out what Henry VIII’s marriage intentions were. The interest for this wedding was important due to the latent rivalry between France and Spain. He was the emperor’s right-hand.
Two years later, when his mission was over, he went back to Italy, this time as an emissary. Venice, Rome and Siena were places that demanded his diplomatic services. These were the years in which the figure of the emperor was to an almost universal dimension. His collaboration with Charles V ended up with the announcement of the Conuncil of Trent as it contrasted positions and interests between the emperor and Italy. At this time, the Netherlands was in turmoil, heresy was gaining ground and the papacy did not trust Charles V. The rites as well as the inappropriate behaviours of the servants of God were criticized.
To complicate the situation even more, Suleiman the Turk wanted to expand his empire across the north of Europe and the Mediterranean cities in North Africa. Charles V wanted to achieve an internal unification in order to confront the external enemy through religion. That was why, it was necessary to remove those rites that were deviated from God’s way and the bad ministers who dishonoured the church had to be exposed. His difficult relations with the popes caused his final downfall. This was the end of Diego’s mission in Italy, but also the end of his political career. All that was left for him at that point was his journey back to Spain.
When Diego Hurtado de Mendoza came back to Granada, after working as a diplomat in Europe, there was a new flare-up of the Moorish problem that had been dragging on for years. Charles V the tolerant was no longer the king, he was succeeded by Philip II the intransigent. In the past, it was possible to reach an agreement between the Moorish and the Crown, now the laws were obeyed. These laws were considered by the Moorish population as a humiliation and an unbearable burden.
The war broke out in the city and affected the countryside and villages, especially the Alpujarra, which became a hub for resistance. In his exile, Diego Hurtado de Mendoza was an exceptional witness of these events, which are described in his novel The War in Granada. In this book he feels the need of telling what he has seen and gives an account of the human and historical importance of the events. His purpose was more to write an essay than focussing on the history itself. However, he could not detach himself from the events because his family was responsible for what had happened, and he understood that he had to clarify their charges, duties and behaviour. (The participation in the war of the Alpujarras of both the IV and the V Count of Tendilla, led to the confict between them and Juan de Austria and Pedro de Deza – president of the Audiencia. For that reason, the Mendoza family lost all their titles, being able to get back the title of mayor of the Alhambra but never again the title of captain-general of the kingdom, which they would only keep as an honorary title).
This book is the most important legacy Diego Hurtado de Mendoza left to posterity. Another book whose authorship is attributed to him is El Lazarillo de Tormes. Diego Hurtado de Mendoza was sent into exile to Granada because of an argument at court when Charles V was on his deathbed. In his will, Hurtado de Mendoza left Philip II as his universal heir and his books were deposited in the library of El Escorial. Shortly after, Diego died in Madrid, where he had been transferred by royal request. His body rests in the Concepción Jerónima and he will be always remembered as a great writer, diplomat, humanist and poet. Diego will go down in history as a renowned man of letters, interlocutor of Boscán, Garcilaso and Santa Teresa de Jesús. He was a Renaissance man, visible in his life and work.
The Renaissance houses’ trousseau
We are making a brief mention to the houses’ trousseau since we are in a hospitality school and we think we could find interesting and curious facts. The preserved examples of crockery are a reflection of the social situation of their owners. These crockery examples clearly show the differences between the two social classes.
We can find pieces that follow the Nasrid pottery tradition but they are more evolved and simple. These examples will be the beginning of the current fajalauza, the traditional Granadan pottery. From this type of crockery we can find jugs, pitchers or chamber pots.
In the Count of Tendilla’s house we can see that the Spanish-Muslim tradition coexisted with with the fashion of the time. The count’s coats of arms, which he must have had near his house, have been preserved as well as sculptures that follow the classical fashion of the Renaissance.
We can also find the olambrillas, pieces used in the palaces’ floors. These pieces are decorated following the pottery technique of “cuerda seca” or dry cord or painted. They present a great variety of motifs of all kinds and origins. Many of them are decorated with human figures: men and women wearing period costumes and headdresses. So we can observe the different fashion trends of the time, ornaments, hairstyles or jewelry.
We have to travel back in history to imagine how it was to be a nobleman working for the court and living in the Alhambra and being the mayor of the fortress. That was the situation of Diego, son of the Count of Tendilla. At that time, the inhabitants of the Alhambra were mostly craftsmen who worked repairing the palaces and building new houses. At the end of the 15th century, there were around 150-200 households in the Alhambra, according to Hernando de Zafra.
When Jerónimo Munzer visited the Alhambra, he said: «there are many Moors who are now
building houses and many others who work repairing the Alhambra or other royal buildings”. This same traveller also said: «there are quite a number of food shops in the Alhambra». This demonstrates that there was plenty of life in the fortress.
We can imagine how Diego Hurtado de Mendoza lived in an active city of permanent and
temporary residents such as labourers who lived in Madinat Garnata working on the renovation, restoration and refurbishment of the palaces. There is evidence that there were craftsmen having weaving, pottery or tanning workshops, as well as Franciscan monks in the San Francisco monastery (the current Parador de Turismo), and personnel at the service of the count. All of them were Christians who arrived in Granada during the Reconquest. The large number of Moorish craftsmen who worked in the Alhambra were forbidden to sleep inside the fortress and they had to go to Granada.
There is evidence that once the Alhambra was inhabited by the Christians there were several renovations, restorations and refurbishments in the fortress as they were necessary. The great majority of these renovations were carried out with great respect for these areas as they were always been admired by the Catholic Kings, the new inhabitants of the Alhambra. The Nasrid descendants, the Moors, would continue working mainly in the restoration of the palaces and in the supply of materials for these works.
As the Alhambra continued to be inhabited, it was necessary to maintain the hydraulic system installations by the irrigator and pipe cleaner masters. It could not be done without the Nasrid masters who were the best experts in this job. The names of these Moorish masters were known until the 1499 revolt. After this year, the widespread Christian conversion made them appear with names of Castilian origin.
Diego Hurtado de Mendoza’s coexistence with the Moors in his early years showed his sympathy and affection towards them. His mother and brothers also shared the same feelings towards them. That is why he did not want to publish the Alpujarras’ chronicle during his lifetime as he criticed the nobility of his time and because he was aware of the genocide that was going to be carried out. He knew that the reflections and testimonies written on this book were not going to please either the monarchy or those closest to the institution.
His sister María Pacheco
We would also like to highlight and honour the figure of María Pacheco, sister of Diego Hurtado de Mendoza. She was the black sheep of the family. Her father married her to Juan de Padilla, who was a comunero, that is, a follower of the Castile communities. After her husband’s death, she took over the leadership of the army against Charles V, which meant her exile to Portugal.
She was never pardoned by the king, nor by his son, and she was buried in the cathedral of Oporto. In her grave, her brother Diego wrote the following epitaph:
IF YOU ASK MY NAME, IT WAS MARIA
MY HOMELAND, GRANADA
MY SURNAME, DE PACHECO AND MENDOZA, BOTH OF THEM MORE WELL-KNOWN THAN
THE CLEAR DAY
MY LIFE, FOLLOWING MY HUSBAND
MY DEATH, IN THE WAY HE CONCEIVED SPAIN, WILL TELL YOU MY QUALITY
OF NEVER DENYING THE SPANISH TRUTH
(Free translation by Jéssica Fernández)
To know more about the biography of this Granadan woman read:
DIEGO HURTADO DE MENDOZA – EXPOSITION PHOTOGRAPHIQUE
– PDF –
(Pascale Caluraud)
Ce texte a été rédigé pour accompagner l’exposition photographique qui sera exposée dans notre école Hôtelière et de Tourisme. Diego Hurtado de Mendoza est l’une des figures les plus intéressantes de la Renaissance espagnole: par sa vie et sa création littéraire, son nom est cependant resté de nos jours, en arrière-plan.
Sa biographie, peu fournie , nous présente un jeune homme fier, indiscipliné, sensuel et coureur de jupons. Parallèlement à cela, studieux, indépendant, curieux, talentueux, humaniste… en définitive le parfait homme de la Renaissance.
À l’heure actuelle, nous ne connaissons toujours pas ,avec certitude,la raison pour laquelle notre Centre éducatif porte le nom de CPIFP Hurtado de Mendoza. Nous savons que ce fut le caprice d’un ancien professeur de français de cette école Hôtelière et de Tourisme, mais nous ignorons le lien réel entre le personnage et les métiers qui y sont enseignés.
Tout au long de l’année scolaire 2022/2023 nous voulons relever le défi (dans le cadre de notre Patrimoine historique et culturel) et ainsi mieux connaître la vie et l’époque de Diego pour pouvoir,le cas échéant, découvrir le lien mystérieux existant entre le personnage et notre établissement.
Le travail photographique et documentaire présenté ici prétend être l’occasion pour nos étudiants en BTS Guides touristiques, d’accompagner le visiteur et de l’instruire sur ce personnage qui nous est proche. Cette exposition restera de façon permanente au sein de notre établissement, au cas où vous n’auriez pas eu la chance de suivre nos étudiants dans cette aventure du savoir.
Sans doute, le caractère rebelle qui le caractérisait fut la raison d’affrontements avec son père, faisant de lui en quelque sorte « l ́enfant terrible « de la famille. Une famille -celle des Mendoza – dont le nom occupe une place à part entière dans l’Histoire de ces siècles déjà lointains.
Originaires de Biscaye, la marche de la Reconquête des territoires occupés les propulse vers les terres du sud. On y retrouve effectivement Inigo López de Mendoza y Quiñones, comte de Tendilla et marquis de Mondejar au service des Rois Catholiques lors du siège de la ville de Grenade. Père de Diego Hurtado de Mendoza , ce dernier est donc lié depuis sa naissance à cette ville récemment reconquise.
Car Diego est né vers 1500, alors que son père est déjà nommé par les monarques catholiques comme capitaine général du royaume et gouverneur perpétuel de l’Alhambra dans le palais de Yusuf III.Sur la colline rouge, il passera son enfance. Sa mère est Francisca Pacheco y Portocarrero, lui ,étant le deuxième des huit enfants du couple.
Grâce à l’influence d’un de ses professeurs, Pedro Martir de Anglería, venu d’Italie avec son père pour éduquer ses enfants,nous connaissons avec certitude son refus d’entrer dans les ordres, vœux de son père, dévoilant une vocation d’humaniste.
On sait que l’un des frères de Diego est allé aux Indes pour servir de vice-roi au Pérou (Antonio), . Un autre était capitaine des galères de Carlos V( Fernandino), et il parcourut la moitié de l’Europe dans les ambassades et différentes fonctions que l’empereur lui avait confiées. Luis (l’aîné et celui qui a remplacé son père) capitaine général à Grenade et François évêque de Jaén. Il avait deux sœurs, Isabel et María, qui ont eut de nombreux enfants.
Diego Hurtado de Mendoza fut noble et courtisan. Il étudia le droit civil et canonique à Salamanque et en Italie. Il parle latin, hébreu et arabe et est célibataire.
En 1536, l’empereur Charles Quint l’envoya en Angleterre et lui confia l’importante mission de découvrir quelles étaient les intentions matrimoniales d’ Henry VIII. Les intérêts pour ce mariage sont importants en raison de la rivalité toujours latente entre la France et l’Espagne. Diego est l’homme de confiance de l’empereur.
Deux ans plus tard, sa mission terminée, il retourne en Italie, cette fois comme envoyé officiel. Venise, Rome et Sienne sont des lieux qui réclament ses fonctions de diplomate ; années où la figure de l’empereur prend une ampleur presque universelle. La collaboration avec Charles Quint disparaît à cause des tensions en Italie où le Concile de Trente positionne des intérêts opposés. (Les Pays-Bas sont en ébullition, l’hérésie a tendance à prendre de l’ampleur et la papauté n’a plus confiance en Charles Quint. Les rites sont critiqués ainsi que les hommes d’églises, dus aux comportements inappropriés de ces derniers.)
Pour compliquer encore plus la situation ,Soliman le Magnifique (Turc), prétend étendre son empire à travers l’Europe du Nord et aux villes méditerranéennes d’Afrique du Nord. Charles Quint veut réaliser l’unification interne pour faire face à l’ennemi à l’étranger : Il faut bannir ces rites qui détournent les hommes de la voie du Christ et expulser les mauvais ministres qui déshonorent l’église).
Ses relations difficiles avec les papes entraînent Diego de Mendoza dans sa chute finale. Ce sera la fin de sa mission en Italie, mais aussi la fin de sa carrière politique. Pour lui, il ne restera plus que de prendre le chemin de retour vers l’Espagne.
Lorsque Don Diego Hurtado de Mendoza revint à Grenade après avoir exercé ses fonctions de diplomate en Europe, son arrivée dans la ville fut entourée de mauvais présages. Sa présence coïncide avec une nouvelle étincelle du problème mauresque qui s’éternise depuis des années. Charles Quint n’est plus le monarque tolérant, mais Felipe l’intransigeant. Si par le passé il était possible de s’entendre avec la Couronne, maintenant les lois se respectent. Et ces lois sont considérées par la population maure comme une humiliation et comme un fardeau insupportable.
La guerre éclate et de la ville elle va secouer les champs et les villes alentours, surtout dans les Alpujarras, transformées en foyer de résistance. Dans son exil, Diego Hurtado de Mendoza est un témoin exceptionnel des événements, les décrivant dans une œuvre classique : La Guerre de Grenade.
Dans ce livre, il se doit de raconter ce qu’il a vu et ainsi témoigner des événements vécus. C’est d’une très grande importance humaine et historique (le recueil est plus un essai que l’Histoire en elle-même, car sa famille est responsable de ce qui est se passe et Diego comprend qu’il ne doit pas mélanger les charges politiques, le devoir et la conduite) en effet, la participation à la guerre des Alpujarras du IVème et Vème comte de Tendilla, les a confrontés avec Don Juan d’ Autriche et avec Don Pedro de Deza – président de la Cour ). La famille Mendoza en perdra ses titres, Diego ne pouvant récupérer seulement celui de Gouverneur de l’Alhambra mais plus jamais celui de capitaine général du royaume, sauf en tant que titre honorifique).
Diego Hurtado de Mendoza laisse ainsi cet ultime héritage pour la postérité. On prétend que Diego Hurtado de Mendoza pourrait être l’auteur du Lazarillo de Tormes (œuvre anonyme). Don Diego Hurtado de Mendoza fut banni à Grenade pour une discussion à la cour lorsque Carlos V était sur son lit de mort. Hurtado de Mendoza dans son testament a nommé Felipe II comme légataire universel. Sa bibliothèque a été déposée à l’Escorial.
Peu de temps après, la mort le surprend à Madrid, où il avait été appelé par le roi. Son corps repose au monastère de la Concepción Jéronima à Madrid. On se souviendra de Diego Hurtado de Mendoza comme Homme de Lettres : écrivain et diplomate, humaniste et poète.
Diego prend sa place dans l’Histoire comme un écrivain de renom, interlocuteur de Juan Boscán, Garcilaso de la Vega et Sainte Thérèse de Jésus. Un homme de la Renaissance par sa vie à cette époque mais aussi par son œuvre.